Un día que comenzó como otros, yo con mi estomago vacio, producto de mi nueva condición depresiva: La abstinencia al alimento...Después de cosas triviales por la mañana, como ir a la escuela, simular una sonrisa e intentar mantenerme de pie, casi llegando al medio día pude verte de nuevo, a tí y a esa sonrisa que me alegraba el mundo..Como siempre me saludaste, supongo que con algún sarcarmo o una frase con doble sentido que me hacia reír a ratos, al verte pensaba en cuando podría estar a solas contigo...Un día anterior a este, habiamos intercambiado ideas a fuera de un local ubicado a unos cuantos pasos de mi antigua casa, ese día me hiciste sentir mariposas, pero sólo pude limitarme a despedime y a decirte mientras caminaba -casi más huyendo que porque en realidad quisiera irme- que todo era sencillo, pero por muy sencillo que fuera las cosas estaban así...Continuando con el día, y mis pensamientos sobre un encuentro a solas, me invitaste a comer, claro a sabiendas de que prefería no hacerlo, tú como siempre buscando la manera de hacerme desatinar...Al final de la comida, propusiste salir a beber con los amigos, idea que no rechacé pues era la oportunidad perfecta de embriagar mis ideas, pero sobretodo de estar más tiempo contigo...
Una vez empacadas las proviciones -chelas y mis doritos con mucha salsa- nos dirigimos a un punto de la ciudad donde no pudieran molestarnos -ni mucho menos multarnos- las agentes de tránsito...Recuerdo que no ibamos solas, pero no me importo, francamente en esos momentos lo único que necesitaba era sentirte cerca...Cuando llegamos a nuestro destino, decidí apartarme un momento, poco después acudiste a buscarme, las palabras fueron lo de menos, lo importante fue que me tomaste de la mano...Me propusiste regresar al grupo y ahí entre la obscuridad y las charlas tomaste de nuevo mi mano, pero esta vez no me soltaste ...Ahora mi necesidad de estar a solas contigo se acrecentó por lo que cuando comenzaste a "repartir" gente, me sentí cada vez más emocionada...
Al quedarnos a solas, dirigiste el vehículo a otro punto de la ciudad, recuerdo que decidí compartir mis sentimientos hacia tí, con un poco de pena y con la cabeza gacha...Para tí fue más sencillo, a tal grado que me tomaste del rostro, lo levantaste hacia ti y me besaste...Podría jurar que el tiempo se detuvo y tan sólo podía sentir mi cuerpo elevarse al infinito, mientras bailaba al son de una rola de jarabe de palo...
Lo demás es lo de menos, ese fue mi primer y único beso maravilloso, y no es que nunca hubiera recibido un beso, es sólo que jamás me he sentido tan desprendida del mundo como en aquel instante...Fue tan fuerte la sensación que del miedo decidí apartarme...Me disculpo, no estaba preparada en absoluto para vivir una sensación así...
Tal cual, comenzó todo...
Te sigo pensando, te sigo extrañando, te sigo amando y espero...
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